CONVULSIÓN EN LA MILITANCIA MADRILEÑA DE IU. Revolucionada anda ahora la organización madrileña de IU. Un primer desconcierto por la extraña forma de la campaña electoral interna, está dando paso a undesacuerdo que roza o alcanza la impugnación a sus Primarias Abiertas "a los simpatizantes". No es para menos. Están permitiendo la inscripción a la votación a sus cabezas de listas de una cantidad, se dice que desproporcionada, de supuestos "simpatizantes" que las asambleas de base no conocen. La acusación DE ADULTERACIÓN se fundamenta. Una parte de la militancia se niega abiertamente a que se le impongan los candidatos desde un afuera imposible de controlar, delimitar y seleccionar. En este supuesto, la "simpatía" sólo tiene que justificarse, si acaso, por la palabra en el momento de la inscripción. Hay incluso formas en que ni siquiera es precisa. Resulta por tanto que la adscripción podría ser o no ser afín a los planteamientos de IU. Podría llegar a adulterar los contenidos políticosgenerales acordados en su seno. Torcer su orientación. ¿Qué pasará si los resultados de esas Primarias Abiertas alteran, desproporcionan la voluntad mayoritaria de la organización? La probabilidad es real. A todas luces y de no querer que la disensión interna se prolongue y profundice, se impone una revisión del planteamiento de esas primarias. ¿Es posible? ¿Se estará a tiempo? ¿Prevalecerá esa voluntad? En ese caso ¿se harán los reajustes después de la votación, con el riesgo entonces de una fuerte repercusión externa en contra? Muchas incógnitas aún, y desconcierto.
Tal vez ese procedimiento abierto para elegir a los cabezas de lista de IU puede valer y no ser internamente tan cuestionado en tiempos más "normales", de menor agitación y tensión política general y en la base social de la Izquierda. La reconfiguración del mapa político se refleja en IU con olas de fuerza desestabilizadora. El fenómeno, lógicamente, tiende a bipolarizar su base militante. Lo ocurrido con su coordinador general tiene probablemente un impacto sordo aún no calibrado. Es de prever que las corrientes de fondo alcancen una fuerza superior a las olas de superficie que ahora parecen arrollar. Tienen su base en la NECESIDAD REAL DE MANTENER A IZQUIERDA UNIDA en tierra firme de la izquierda para la transformación, ante las crecidas de ciertos ríos de "cambio" presentes en la política general y en la de IU.
La beligerancia apreciada tiene solidez y puede resumirse con aseveraciones que circulan en IU, de forma dispersa, sin apreciar todavía una expresión claramente nucleada. Sin embargo su aspiración y su probabilidad no son a descartar. LA BASE DE LA BELIGERANCIA: Esta organización tiene la reputación de funcionar con democracia y participación. Su recorrido y sus objetivos lo avalan. No sobran opiniones, pero, en cuestión de democracia, pocas o ninguna lección se le puede dar que no sea para consolidarla. No debería cuestionarse la legitimidad y el respeto a las decisiones de sus afiliados, no sólo para determinar el programa político, sino también a los que lo han de representar en las instituciones. Esta representación no se puede dejar en manos nopolíticamente experimentadas, sobre todo si no están probadas y no cuentan con un aval interno suficiente. La política y la decisión común, y el compromiso militante, deben estar por encima de la apariencia de personalidad, más si ésta no está suficientemente reconocida en el seno del colectivo. Con mayor motivo si el respaldo procede más de fuera que de dentro. En resumen: los militantes son los que mejor conocen a sus dirigentes, su recorrido, su sinceridad y su capacidad de aporte al proyecto determinado por ellos. En la confusión que reina, ninguna aventura de incierto acierto es a retener. Además: se aprecia en una candidatura un claro privilegio derivado de una promoción mediática; que establece una desigualdad de oportunidades en la decantación resultante, tanto externa como interna.
Así las cosas, cabe reflexionar que, desde una buena voluntad de participación externa, cualquier ruptura con la conciencia democrática de la militancia podría tener efectos considerables. Pueden alcanzar un caladomayor al de las premisas de esta simple convocatoria electoral de primarias. La razón debería pues llevar a la organización madrileña a encontrar una fórmula para éstas, que no altere la determinación de la organizaciónpor una ciudadanía que en un momento de coyuntura pueda opinar desde otros sentidos y objetivos. Que también evalúe en qué proporción la promoción externa influye en la determinación interna de la militancia. Son razones de peso, que tal vez no sean sencillas de plasmar. Pero cabe recordar esto: en muchas ocasiones la Izquierda real ha tenido que nadar a contracorriente del oleaje de la superficie; en ocasiones ha parecido clamar en el desierto con una fuerza de razón que sólo ha cuajado tiempo después.
No hay comentarios:
Publicar un comentario