EN LA CRISIS DEL CAPITALISMO GLOBALIZADO : IMPRESCINDIBLE ES LA SOLIDEZ SIN COMPLEJOS DEL MARXISMO ACTIVO, REVOLUCIONARIO

miércoles, 8 de marzo de 2017

8 DE MARZO DE 2017

EN ESTE DIA, 8 DE MARZO:
AFIRMACION DE LA IGUALDAD Y DE LA LIBERTAD
NO A LA HIPOCRESIA Y LA FALSEDAD
DEL SEUDO-FEMINISMO DE LOS PODERES CAPITALISTAS 

• Repulsa y solidaridad real con toda mujer acosada, maltratada y asesinada por la bestial inhumanidad del machismo secular,  muy agudizado con la crisis del sistema,  y por la infame degradación que ejercen sobre ella toda una serie de individuos de ambos sexos. 

• Odio a la dominación del explotador o explotadora, que vemos mediáticamente saludar este día de la MujerTrabajadora, a la vez que sobreexplota su trabajo por su condición de género con un salario inferior y una mayor precariedad, cuando no la expulsa de su casa y a lamarginalidad socio-laboral.

• Odio al paternalismo del buen macho condescendiente, que celebra como un rito este día, para seguir creyéndose superior.

• Odio a la infame subcultura de la sumisión de la mujer y del dominio machista, inculcada desde siglos y siglos por las Iglesias y sectas de culto religioso, ya sea la católica, la  islámica u otras, instituidas para servir con gran hipocresía a los poderes dominantes. 

• Horrenda pena ante la bestial degradación que demuestra ese pobre ser que lo único que cree poseer y dominar es a una mujer y que vierte sobre ella toda la violencia física de su debilidad intelectual por la frustración social a la que se somete y ante la que se doblega.

• Indignación por la falsedad de esas seudo-izquierdas, que pretenden hacernos creer que, en estas sociedades cunas del capitalismo desarrollado, vivimos aún bajo el infame patriarcado que  caracteriza a otras, a Arabia Saudí, por ejemplo, en una muy falsa e interesada equiparación. 

Aquí, aunque persisten apreciables niveles de cosificación y de desigualdad laboral y cultural de la mujer, que crecen con la crisis de podredumbre del sistema y a erradicar, no vivimos bajo el patriarcado. Las primeras etapas desarrollistas del sistema capitalista requirieron mucha mano de obra y educación masiva, en las que se insertó  la mujer. Bastantes  conquistas ha alcanzado la mujer de hoy en estos países de Occidente, médicos, obreras, profesoras, ingenieras, conductoras de autobuses, diputadas, artistas, dependientas, científicas, deportistas, etc., que honran nuestra dignidad y la real igualdad de género que proyectan.  Otras hay, que la honran muchísimo menos, como esas grandes empresarias y banqueras, ministras, o jefas de Estado. 

Desde esa falsa izquierda, quieren que nos manifestemos de la mano de la Clinton, de la Botín, de la Merkelde la de la Lafargue, etc., contra el machismo y el “patriarcado” del Trump o la Le Pen, por encima de la diferencia y la fractura de clase entre los y las depredadas que somos la gran mayoría trabajadora por un lado y, por otro, las y los depredadores que  nos oprimen y expolianesa escoria minoritaria a borrar del mapa, con sus guerras y sus devastaciones. La mujer no constituye una  misma clase social. Como tampoco el avance del neofascismo puede combatirse con esos “civilizados” que lo promueven. 

Una gran falsedad pretende que la lucha por la igualdad de la  mujer se iguale o se sobreponga a la lucha de clases, cuando en realidad conseguirla depende de ésta; sólo se alcanzaráuna real igualdad de género en todos los planos, al igual que una democracia real, cuando la lucha de clase trabajadora pueda imponer una sociedad socialista constructora del comunismo. 

En ese trajín de  falso feminismo tenemos a toda esa seudo-izquierda que, en definitiva, no quiere la revolución social y nos vende “cambios” y “rupturas” de  cara a un “nuevo” capitalismo,  no ya aquel imposible rostro humano, pero que tuviera una presencia menos mala, podrida y maloliente, engaño en el que se afanan unas significadas elites capitalistas y, cómo no,  la Iglesia vaticana.

Otro gran engaño se mezcla pues en el gran día de la Mujer Trabajadora, similar al que presidió todo el ciclo electoral  deestos años mal pasados, para poder proseguir con lo que hay y desviar de la necesaria lucha por el cambio hacia el Socialismo.